lunes, 30 de marzo de 2009

El Ideal Del Alma

Por: Pedro Danov (Beinsá Dunó)

La Naturaleza sólo ama a quienes tienen un alto ideal. Ella les dice: "Mis amados niños" y los llama por sus nombres. Pero aquéllos que no tienen ningún ideal, no están inscritos en sus registros. Éstos son descartados, abandonados en sus abismos, hasta días lejanos...

Si a veces tú te sientes como si nadie te prestara atención, incluso, como abandonado de Dios o de la Naturaleza, sabrás que la causa está en tí, pues careces de un alto ideal. ¡Ésta es una ley!

Cada uno puede corregir su propia vida; cada uno puede liberarse de sus desgracias y sufrimientos, cada uno puede salir de las abismales profundidades de la vida, con sólo crearse un alto ideal. Entonces la Naturaleza dirá: "¡He aquí, que mis niños han resucitado!"


¿Qué significa la muerte y qué la resurrección? La muerte se relaciona con quienes se encuentran sumergidos en los abismos de la Naturaleza; es decir, quienes viven sin un alto ideal. Para emerger de tales abismos, hace falta una fuerte Voluntad e inquebrantable Fe. Quien logre salir a la superficie será iluminado por los rayos del Sol de la Vida. Esto es resurrección.

Muchas veces nos encontramos con personas que se conforman con cualquier cosa. Comen lo que venga, visten de cualquier manera sin preferir color ni calidad. Estas personas piensan que son humildes y conformistas, pero no es así. Esto es carencia de ideal. Cualquier cosa tal vez coma el animal, pero no el hombre. Debe haber una elección del alimento. La Naturaleza ha creado alimentos puros y nutritivos para sus amados niños con alto ideal. Ella los reconoce y los examina de continuo para descubrir lo que oculta el alma humana, lo que oculta su mente y corazón. Así, ella te pondrá en un huerto con muchos árboles frutales de gran variedad y te dará a elegir los frutos. Si subes al mejor árbol y seleccionas los frutos mejores, anotará en su registro: "He aquí a uno de mis niños con alto ideal. De este niño intrépido saldrá un Hombre". Pero si comprueba que tienes pereza de subir al árbol y ve que te conformas con los frutos sin sazón de las ramas más bajas, o los levantas del suelo para ahorrarte esfuerzo, anotará en su registro: "He aquí un niño sin ideal, de él no saldrá nada".

Recuerda: la Naturaleza presta mucha atención a las aspiraciones internas del hombre. Los resultados que operan sobre tu vida, se deben a la elección que haz hecho.

¿Qué es lo que comprende la aplicación del alto ideal en la vida? Lo explícaré con un cuento breve: Una joven egipcia de nombre Elnamar, era hija de un pobre aldeano y se diferenciaba de sus compañeras porque llevaba un alto ideal en su Alma. Ella era, además, inteligente, virtuosa y humilde. Un día, encontró a su Maestro, y éste le preguntó: "¿Te casarás, Elnamar, o permanecerás doncella?", y ella le respondió: "Si me caso, Maestro mío, sólo lo haré con el Hijo Real". Y el Maestro se alegró, al comprobar el grado de ideal de su discípula.

Si tú tienes algún credo, si eliges alguna enseñanza, si mantienes en tu conciencia alguna imagen, que todo ello responda al alto ideal. Si tú tienes corazón, mente, Alma y Espíritu, que sean inspirados por un alto ideal. Tu Espíritu debe ser poderoso, debe ser Hijo de la Verdad. ¿Quién es el Hijo de la Verdad? Es el Hijo Real, el ideal del alma humana.

Si cada mañana tú sales a recibir al Sol, que sea en el mejor momento, antes de que aparezca detrás del horizonte. Recibe el primer rayo del Sol saliente. Este rayo es el más importante. Este rayo es el Hijo Real, el Hijo de la Verdad. Este rayo oculta en sí mismo toda la fuerza y el poder del Sol. Si no recibes este rayo, perderás el alba, pués él contiene la riqueza de todos los rayos. Él es el primer fruto del gran árbol de la Vida. Los restantes rayos son los últimos frutos del gran árbol. Si alguien dice que puede recibir el Sol en cualquier momento, la Naturaleza dirá de él: "¡De este niño no saldrá nada!" Para que esto no suceda, recibe el primer rayo de Sol, si quieres aprovechar todos los rayos. Sólo así enriquecerás tu vida. El más luminoso pensamiento, el más elevado sentimiento y la más bella acción contienen en sí, el primer rayo de Sol que recibe el alma humana.

Si subes a la montaña y tienes sed, no bebas cualquier agua; busca el más puro manantial. Toma de tu mano el agua pura de la montaña. Si esto haces, la Naturaleza comprobará que tienes alto ideal y esperará algo de ti. ¡Sube a la montaña! ¡Bebe el agua pura del manantial! ¡Contempla la belleza que te rodea! Y, cuando desciendas al valle, guarda para siempre en tu conciencia el recuerdo de esta experiencia. Las altas cimas, los puros manantiales, tienen vida. ¡Guárdalos profundamente en tu Alma!

¡Aplica el alto ideal por doquier en la vida!

Si lees un libro, que sea el de mejor contenido, el que te eleva y te resulte inolvidable. Si vas a una exposición en una galería de arte, que sea de un buen pintor. No mires cuadros ordinarios y deprimentes. Tales cuadros los encontrarás todos los días en el mundo. Cuando eliges un amigo, guarda la misma ley; que sea el de mejor corazón. Si eliges un Maestro, no digas que lo prefieres porque conoce muchas ciencias. El conocimiento no determina al hombre, ni hace del hombre un Maestro. La gran cantidad de conocimiento no elaborado es una carga inútil. El conocimiento externo es un adorno en el sombrero. Lo substancial es el sombrero y no el adorno.

Imagina que eres un escritor y recibes de un amigo un lapicero con pluma de oro. Tú tomas el lapicero y escribes con él, expresando tus mejores sentimientos. Pero viene otro amigo, mira tu lapicero y le cuelga una piedra preciosa. Luego viene otro amigo y le cuelga otra piedra preciosa más grande. Tú quieres escribir con tu lapicero, pero las piedras pesan demasiado y no lo puedes mover. Ello dificulta tu pensamiento y no logras expresarte. ¿Qué significan los adornos en la vida? Éstos son los ideales pasajeros de la humanidad, así como los ideales sin fundamento de muchos discípulos y religiosos. Estos ideales no tienen la fuerza de lo Divino, no logran inflamar con su fuego el alma humana.

Quien no aplica el alto ideal, él mismo será la causa de sus fracasos. Cuando me refiero al alto ideal, hablo de un principio que debe ser aplicado cada día, en cada cosa. Si tú aplicas este principio, llegarás al ideal de tu Alma. Ese ideal es Eterno y conduce por el recto camino: el camino del Amor, la Sabiduría y la Verdad.

Por todo esto, insisto:

¡Elige siempre lo más bello, lo más elevado, lo más fuerte y poderoso, lo mejor, lo más inteligente, justo y real!
¡Qué todo sea de primer grado!
¡Éste es el gran ideal, el más alto, el que todos los discípulos deben poseer!
¡Esto significa andar por la corriente del gran río de la Vida!
¡Éste es el primer rayo que surge del Divino Principio!
Si recibes este rayo, serás un discípulo que asciende por el camino del alba, ¡el camino de la Ascensión!

Si tú quieres vivir correctamente, Dios debe ser el ideal de tu vida. ¿Piensas, acaso, que lo Grande puede albergarse en tu corazón si en él encuentra desorden y caos?

La visita de Dios es el momento supremo en la vida del Alma. Por más breve que sea este momento, perdurará durante toda la eternidad.

Hay un ideal que debes alcanzar. Este ideal es sentir, al menos por un solo instante, qué cosa es el gran Amor Divino. En ese sublime momento experimentarás el estrecho vínculo que existe entre todos los seres, desde el más pequeño hasta el más grande.

El sentido de la Vida comprende ese momento en que el hombre es visitado por Dios, la absoluta Realidad.

No hay nada más grandioso que ese momento en que Dios comienza a hablarte mediante tus pensamientos y sentimientos, dándote impulso para el trabajo.

¡Eso significa dar sentido a la Vida!

¡Este es el más alto ideal cumplido!

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